EditorialSalud

Somos Esenciales

Comenzamos este Proscriptos del Éter el día de la fecha, haciendo mención a una campaña que venimos siguiendo.

Se trata de la campaña Somos Esenciales que este jueves va a cumplir el décimo cuarto jueves consecutivo de ollas populares en distintos puntos de la ciudad Autónoma de Buenos Aires, en pos de visibilizar un reclamo que de tan justo es injusto que no la tengan en cuenta en el Gobierno de la Ciudad Autónoma  de Buenos Aires.

Se trata del reconocimiento salarial de las personas que trabajan en los espacios comunitarios de las distintas organizaciones sociales que hay en la ciudad Autónoma de Buenos Aires, estoy hablando de comedores, merenderos de bachilleratos populares y otros tipos de espacios comunitarios de cuidado ya sea de personas mayores de personas que no pueden cuidarse de sí misma desde niños niñas niñes etcétera.

Esas personas aunque te parezca mentira no tienen un reconocimiento salarial, no tienen sueldo por el trabajo sumamente esencial que hacen, no solamente porque hoy por hoy le siguen dando de comer a la gente poniéndose en riesgo ellos y ellas porque no cuentan a veces con elementos de limpieza a veces no cuentan con elementos de seguridad barbijo etcétera, pero igual están y le dan de comer a la gente y ya han muerto varios varias dando todo de sí para sus vecinos y hay muchos, muchas que se enfermaron y el gobierno de la ciudad sigue ignorando los, ignorándolas, así que por eso nosotros desde aquí desde Proscritos del Éter ponemos nuestro micrófono a disposición en este caso para darle lectura a una carta abierta que han publicado las organizaciones que llevan adelante esta campaña en El Diario Tiempo Argentino de este último domingo una carta abierta lo que comúnmente se conoce como solicitada que acompañan montones de otras organizaciones, personalidades reconocidas de distintos rubros y también podes firmar vos desde la computadora de la página web correspondiente o si andas por alguno de los puntos donde cada jueves se hacen las ollas populares poder firmar en papel obviamente con todas las medidas de seguridad habidas y por haber.

Leo entonces la carta abierta al gobierno de la ciudad de Buenos Aires de parte de la campaña somos esenciales:

Han pasado ya más de 5 meses del inicio de la pandemia provocada por el covid-19 y la crisis tanto sanitaria como económica y social que desencadenó lejos de aliviarse se agrava cada día más. En la ciudad de Buenos Aires las organizaciones sociales desde el primer día nos pusimos a trabajar codo a codo en cada barrio popular asistiendo a los que menos tienen, poniendo el cuerpo solidariamente en la primera línea ante las múltiples urgencias que nos aquejan en materia de alimentación, salud, vivienda, educación y trabajo en el distrito más desigual del país.

En efecto, la asistencia en comedores, merenderos y horas comunitarias aumentó drásticamente la demanda se triplicó alcanzando los seis dígitos del número estimado de personas que acuden a espacios comunitarios para cubrir su alimentación diaria. Son todos esos espacios sostenidos por la labor de cientos de militantes sociales trabajadores de la economía popular, en su inmensa mayoría mujeres, quienes con su dedicación y voluntad acuestas, aumentan su jornada laboral hasta 12 horas. Trabajan de manera voluntaria no remunerada y construyen redes de contención. Reciben y organizan la mercadería, higienizan, cocinan, reparten y como si esto fuera poco, juntan donaciones y realizan ventas comunitarias para poder cargar garrafas o comprar elementos de higiene y seguridad que no alcanzan. Por otra parte, las organizaciones sociales hemos desempeñado un rol fundamental en la adecuación e implementación de los protocolos sanitarios en los territorios. Las especificidades que tienen los barrios populares producto de las condiciones estructurales de vulnerabilidad implican que los protocolos oficiales necesariamente deben adecuarse para dar respuesta a las diferentes situaciones que la realidad impone.

Hemos padecido y denunciado la falta de agua potable en la villa 31 en el barrio Padre Ricciardelli de bajo flores, en la villa 2124 de barracas verdadero flagelo en este período que requiere como medida de cuidado indispensable la limpieza constante de manos y superficies. Según el ministerio de salud de la ciudad, más del 70% de las personas testeadas por el operativo detectar han sido contactadas por las organizaciones sociales. Esto se debe a la presencia de promotoras de salud en cada barrio capacitadas de manera autogestiva por las organizaciones sociales y en particular con la gente de la salud pública de los CESAC así como por rastrillajes y relevamientos en relación a la población de riesgo. Las organizaciones sociales verdaderamente somos esenciales porque constituimos redes de contención, apoyo y asistencia, allí donde más se necesita buscando acercar recursos tanto materiales como humanos. Distribuimos insumos de higiene, limpieza, organizamos postas sanitarias como también intervenimos en caso de violencia de género.

En el marco de las medidas de aislamiento forzoso por la pandemia las mujeres y disidencias se encuentran en sus hogares ante un peligro inminente. Las consejeras en derechos y violencia de género son militantes sociales especializadas que desarrollan día a día prácticas comunitarias en los barrios populares acompañan e intervienen a través de protocolos de actuación. Las infancias son otro de los sectores de la población hacia donde dirigimos especialmente nuestra intervención articulando entre las escuelas y las familias realizamos relevamientos educativos respecto al acceso a materiales de estudio conectividad y continuidad pedagógica. Colaboramos con el reparto de las canastas escolares en las escuelas distribuimos cuadernillos e impresos y armamos con material didáctico de arte egos y literatura. El trabajo esencial que realizamos en los barrios populares no se agota allí. Organizados en cuadrillas trabajamos diariamente con la limpieza y desinfección de los espacios públicos como veredas y plazas.

 

Donde nuestras posibilidades de salir a ganarnos nuestro sustento se encuentran suspendidas, es por ello que venimos formulando la necesidad de crear un fondo de emergencia para los emprendimientos de la economía popular administrado y ejecutado en el ámbito del ministerio de desarrollo humano y hábitat del gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Financiado con un aporte extraordinario de aquellos sectores que pudieron mantener en actividad durante la pandemia o incluso han visto crecer sus ingresos. Tiene como objeto otorgar línea de crédito a tasa cero para emprendimientos productivos de la economía popular, organizar un sistema de contratación directa de bienes y servicios, subsidiar el costo de los servicios públicos para los establecimientos de tales de emprendimientos, el acceso a espacios físicos para su desarrollo y la provisión de insumos sanitarios para la protección de sus trabajadores. Por otra parte, funcionaría para generar una línea de financiamiento para la construcción y mejoramiento de viviendas, construcción de viviendas en cooperativas. Esta línea se alimentaría posteriormente de la propia devolución de los créditos como auténtico impulso a la vivienda social de calidad en un contexto donde se ven más claras las consecuencias del hacinamiento en las villas y barrios populares. Es preciso podamos orientar los esfuerzos y el presupuesto de la ciudad más rica del país atendiendo este conjunto de problemas que se presentan como humana y socialmente prioritarios. Por todo lo mencionado anteriormente, qué es apenas una síntesis de la problemática que afectan a los vecinos y vecinas de los barrio populares y de las tareas esenciales que realizamos las organizaciones sociales solicitamos al gobierno de la ciudad que abra una mesa de trabajo con nuestro sector para poder en forma conjunta atender estas cuestiones y avanzar en la articulación e implementación de políticas que brinden soluciones adecuadas a las necesidades urgentes de la población más vulnerable.

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